domingo, 23 de junio de 2013

La diferencia entre un técnico contable y un contador

Como no sé sus nombres les llamaré “Pablo” y “Ricardo”, donde Pablo es el chibolo (el de la voz delgada) y más o menos el protagonista de esta crónica. Más o menos porque, aunque es el que menos habla de los dos, el tema de la conversación gira en torno a él; y es que Pablo ha embarazado a su enamorada.
El papá de ella no lo sabe todavía pero pronto lo hará. Mientras tanto, Pablo trata de decidir qué cosas le va a decir cuando llegue el momento de hablar con él.
-Lo primero que de hecho te va a preguntar… - le dice Ricardo, quien es seguramente su amigo, y quien habla y suena como alguien mayor; como un adulto -… es cuáles son tus planes con respecto a su hija y al bebé.
-Yo quiero seguir con ella y hacerme cargo de mi hijo… o hija- dice Pablo.
-¿Seguir con mi hija?, ¿hacerte cargo de mi nieto?- dice Ricardo haciéndose pasar momentáneamente por el padre- pues entonces  vas a tener que demostrarme que vales la pena: ¡vas a tener que estudiar y trabajar!
-¿Estudiar? Estoy dispuesto a dejar la universidad y buscar un trabajo de tiempo completo.
-No pues, eso es una tontería. Uno: porque arruinarías tu futuro. Dos: porque para su papá lo más importante es que estudies a que trabajes.
-¿Por qué?
-Porque no va a dejar que su hija esté con un huevón cualquiera, pues. De seguro quiere tener como yerno a un profesional o a alguien que tenga la ambición de serlo. Lo del trabajo es sólo para ver que estás dispuesto a hacer sacrificios y esfuerzos para mantener a su hija y a su nieto; por más que no aportes mucho por ahora: tú me has dicho que a su familia le sobra la plata así que de hecho, por parte ellos, a ella y al bebé no les va a faltar nada. Pero igual su papá va a querer ver que al menos intentas ser un padre de familia que lleva dinero a su hogar. Después de todo embarazaste a su hija: tu vida no puede seguir siendo la de un chico de 18 años cualquiera, no te la vas a “llevar” fácil.
-Pero tampoco quiero depender de sus viejos. Si pudiera me la llevaría ahora mismo a vivir solos los dos; bueno los tres cuando nazca el bebé.
-Pero no puedes. Además ella es menor de edad.
-En dos meses cumple 18.
-¿Y? La única diferencia con respecto ahora es que los dos van a tener DNI. Igual no van a tener la plata para vivir solos o independientes.
-Por eso estaba pensando en dejar la universidad: mejor hacerlo ahora que estoy en primer ciclo; no hay mucha pérdida. Entonces me consigo un trabajo y empiezo a ahorrar, luego, a la vez, me pongo a estudiar alguna cerrara técnica, algo que dure tres años a lo mucho, saco mi diploma rápido, consigo un mejor trabajo, hago más plata…
-Eres un iluso. No sabes lo que hablas.
-Es que quiero empezar a ganar dinero ya.
-Estás pensando a corto plazo, y eso está mal: tienes que hacerlo a futuro. Estudiar una carrera universitaria puede ser lento pero a la larga es lo mejor.   
-Estudiar en la universidad tampoco me asegura que tendré un buen trabajo.
-Es cierto pero te da más posibilidades.
-Y hay carreras cortas que actualmente dan plata rápido.
-¿Ah sí? ¿Como cuáles?- dice Ricardo, incrédulo e irónico.
-Mmm no recuerdo bien sus nombres; son medio complicados. Es que no son las carreras típicas.
 -No pues… Lo que pasa es que hay institutos que se inventan carreras: les ponen nombres estrafalarios y las ofrecen diciendo que hay mucha demanda por ellas pero pocos profesionales. Y como son actividades específicas dentro de otros rubros (como alguna ingeniería, por ejemplo) te dicen que no tienes que estudiar ni cinco ni tres años, que basta con un año para que aprendas a hacer eso específico y ya puedas conseguir trabajo. Un pata mío cayó en ese cuento, y sabes de qué se tituló: de “Especialista en reparación y mantenimiento de smartphones, celulares y otros dispositivos móviles”. Te juro que eso es lo que decía su diploma. El mismo me lo mostró y ahora no le sirve ni para limpiarse el culo.
-Claro, tampoco soy tan huevón: obvio hay sitios que te quieren estafar. Pero por ejemplo el hermano de un pata: estudió en un instituto y ahora es técnico contable, y no le está yendo mal.
-¿Cuánto gana?
-No sé exactamente. Creo que 2000 soles o más.
-Te aseguro que no gana más de 2000 soles, y eso, con suerte. Te aseguro también que no está en planilla y que no recibe gratificaciones… O sea, si es un pata soltero que no tiene que mantener a nadie, bacán, es buena plata. ¿Pero crees que con 2000 soles vas a poder mantener a una familia: tener mujer, hijo, y dónde vivir?
-Mmm…
-¿Sabes cuál es la diferencia entre un técnico contable y un contador de verdad? ¿Entre alguien que estudio contabilidad en un instituto y otro que fue a la universidad? ¡El sueldo, por supuesto! Claro, un técnico contable tal vez pueda hacer la misma chamba, igual o mejor, que un contador, pero toda esa chamba no vale nada si finalmente el contador no pone su firma o su sello, y por sólo hacer eso el contador gana dos o tres veces más. 
-Pero ella trabajará también más adelante- dice Pablo refiriéndose a su enamorada.
-Claro: cuando termine la universidad o esté por terminarla, o sea de acá a unos 5 años, mínimo. ¿O quieres que abandone sus planes de ingresar a la universidad para estudiar en un instituto también?
-No, para nada, no quiero que sus planes se vean afectados.
-Es tarde para eso: va a ser mamá en 9 meses.
-Bueno, que eso le afecte lo menos posible.
-Además hay otra cosa: ¿qué te asegura que tú y ella van a permanecer juntos? Obvio, está el hijo que, lo quieran o no,  va a relacionarlos para siempre el uno con el otro; pero como pareja, sentimentalmente, ¿cómo sabes que eso va a durar?
-Puta, me cagas, no había pensado en eso. Pero es que ella y yo nos…
-¿Se quieren, se aman? ¿Y? Eso es ahora. Recuerda que siempre te ha preocupado que las diferencias económicas entre tú y ella los separen. Ahora ponte a pensar en esto: ella va a ingresar a una universidad cara, exclusiva, donde va a conocer gente de su mismo estatus económico, a hacer amigos, a andar con ellos… Ella puede ser ahora todo lo sencilla que quieras, pero la universidad siempre te cambia, ya sea mucho o poco, para bien o para mal. Y no digo que ella se vaya a convertir en una chica superficial, pero te aseguro que van a  haber momentos en los que chicos le ofrecerán cosas que tú no podrás; cosas que la harán dudar de con quien le conviene estar. Y no hablo necesariamente de regalitos caros, sino de estabilidad, porque nos guste o no, la plata te da estabilidad, y eso, para una mamá joven, cuenta.

Se quedan en silencio unos minutos hasta que Ricardo le avisa a Pablo que ya llegaron a su destino, que resulta ser el mío también (como el de otros pasajeros del bus). Antes de bajar, por la puerta de atrás, los puedo ver al fin (han estado sentados detrás de mí todo el trayecto), pero sus apariencias poco importan. Se marchan por un lado, y yo por otro.
*** 
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