martes, 21 de agosto de 2012

El caso de James Earl Jones

Mesitas, sillas pequeñas, juguetes por ahí, dibujos pegados en las paredes, y, a un lado, sentado en una silla de tamaño normal, un chico de más de 25 años. Soy yo en lo que parece ser el aula de un nido pero que en realidad es una sala de espera; prueba de ello es que al frente de mí, cruzando el área de las mesitas, está la recepción donde dos señoras recepcionistas conversan sin mucho más que hacer en ese momento. El ambiente hace que me pregunte si es que acaso los problemas del habla son exclusividad de los niños. Y es la segunda vez que me hago la misma pregunta. La primera fue semanas antes, en el trabajo sentado frente a mi computadora, luego de escuchar por mis audífonos la llamada de una mamá al programa de radio del doctor Fernando Maestre (en RPP) y la respuesta de éste. Ella contó que su niño no hablaba bien y el doctor le recomendó, y de paso a todos los padres cuyos niños tuvieran el mismo problema, ir a un determinado centro. Y pasó a la siguiente llamada que derivó en un tema distinto. Quise llamarle y decirle que hay adultos que también tenemos problemas al hablar y que yo era prueba de ello. No lo hice. En vez de eso busqué información en internet del centró que había mencionado: CPAL (Centro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje) y me alivió saber que trataban con niños, jóvenes y adultos. Minutos después de haber leído más estaba ya redactando un mail dirigido a mis jefes solicitándoles que mis vacaciones empezaran lo más pronto posible. Afortunadamente mi solicitud procedió sin problemas y ahora estoy aquí, en mi primer día de vacaciones, en CPAL, en donde es obvio que la mayoría de pacientes son mucho, pero mucho menores que yo.
Es casi el mediodía y estoy solo en la sala de espera. La puerta de una oficina se abre, salen una mamá, su niño, y otra señora que muy amablemente me invita a pasar. Va a empezar mi “entrevista”: esa fue la palabra que utilizó la recepcionista al explicarme que como es mi primera vez en CPAL, antes de cualquier tratamiento o cita propiamente dicha, tengo que pasar primero por una entrevista. Al escuchar su explicación me dieron ganas decirle en broma “a diferencia de una entrevista de trabajo acá si podré tartamudear con confianza”, y ya estoy por abrir la boca y soltar esa frase pero me doy cuenta que es una frase larga y sé muy bien que mientras más palabras tenga que decir más me voy a trabar y que en consecuencia no se me va a entender ni un carajo. Ya me imaginaba a la recepcionista confundida (cuando mi intención era causarle gracia) preguntándome “¿qué?”. Al final, como en otras tantísimas veces, me metí la lengua al culo, y chitón boca me senté a esperar mi turno.
Hablando más lentamente que lo normal le cuento a la entrevistadora que soy medio tartamudo y que no, no es algo reciente sino algo de toda la vida. Supongo que si de niño no me llevaron a ningún tratamiento fue porque nadie se había percatado del problema, y es que era un niño que hablaba muy poco. O habrán pensando que sólo era mala dicción y que con el tiempo pasaría; pero eso no sucedió. Peor aún nos olvidamos todos de ese asunto cuando inconscientemente aprendí a hablar usando frases cortas y gesticulando mucho con las manos; y en general no hablando más de lo necesario. Así pasé piola en mi niñez, adolescencia y primeros años de juventud, pero ya no más desde que empecé a trabajar, desde hace un año. Constantes problemas de comunicación con compañeros de trabajo me hicieron comprender que lo mío no era un simple problema de mala dicción. 
Entonces me explica la entrevistadora que, uno, la tartamudez no es curable, sólo controlable; dos, es mucho más fácil aplicar ese control cuando se es niño.
-Por eso este sitio parece un nido- le digo sonriendo tratando de ocultar mi decepción.
-Sí, por eso: más atendemos a niños- me dice ella siempre amable mientras abre un cuaderno.
Lo revisa atentamente, me propone fechas para mi primera cita, en la que se me harán algunos exámenes, y luego de ponernos de acuerdo finaliza la entrevista.
*
La terapeuta, que es una mujer en sus cuarentas, revisa unos papeles que están en un folder y me anuncia que lo mío es una tartamudez moderada. Ese es el diagnóstico de los exámenes que me hizo en la cita anterior que consistieron en grabar mi voz mientras leía un texto y conversaba con ella. Ahora cierra el folder, voltea su laptop hacia mí y empieza a pasar unas diapositivas. Ella me va explicando cosas como que los problemas en el habla son de origen neuronal y que aún los especialistas no lo saben todo al respecto; no saben, por ejemplo, por qué estos problemas se manifiestan mucho más cuando se habla espontáneamente pero muy poco o casi nunca cuando se lee o se canta. Luego de unas estadísticas aparecen las fotos de Bruce Willis y James Earl Jones quienes al parecer fueron también tartamudos (y en este punto me recuerda lo que me había dicho la entrevistadora: no es algo curable, sólo controlable). Me sorprende especialmente el caso de James Earl Jones teniendo en cuenta que es quien hace la voz de Darth Vader, y entonces me distraigo imaginando a Darth Vader diciéndole a Luke Skywalker: “Luke… yo soy tu-tu-tu pa-pa-pa-dre” y a Luke poniendo cara de no haber entendido ni una puta palabra, y me dan ganas de reírme; qué poco amenazador hubiera sido un Darth Vader tartamudo. Pero me aguanto la risa y me concentro de nuevo ahora que la terapeuta habla de medicamentos, y me emociono y me desilusiono al instante porque esas drogas son experimentales y faltan aún muchos años de pruebas para que sean aprobadas y comercializadas. Fin de la presentación.
El siguiente punto son las opciones que tengo que son dos: un caro tratamiento de 3 sesiones semanales por 6 meses (y muy lejos, porque CPAL está muy lejos de mi casa y de mi trabajo); o un libro más un cd que reúnen material de ayuda, a un buen precio.
*
Como escogí la segunda opción puedo hablar sobre ese material. En el cd hay videos de testimonios de personas con problemas del habla muchísimos más serios que el mío; personas realmente ta-ta-ta-ta-ta-tartamudas cuando lo mío es más ta-ta-tarmudez. El libro es una recopilación de recomendaciones donde la principal es ser franco y abierto, no tratar de ocultar el problema y hablar sin vergüenza. En contraposición recomienda evitar ocultarlo o disfrazarlo con el uso de frases cortas, reemplazo de palabras complicadas por otras más simples, uso gestos en vez de palabras… en fin, todo lo que vengo haciendo desde hace mucho y que no pienso dejar porque es mucho menos estresante que ser sincero y me dan más o menos buenos resultados; además ya han pasado un par de años desde esa última visita a CPAL así que supongo que cada vez está más cerca que aquellas medicinas experimentales sean aprobadas y lleguen a todas y cada una de las farmacias del mundo.
***



15 comentarios:

  1. Mientras leía se me vino a la mente la vez que posteaste un audio en youtube, "bailando una canción lenta". Esa vez se te escuchó normal, aunque bueno,después aclaras de que la tartamudez es un poco más notoria al hablar espontáneamente.

    Has visto la peli "El discurso del rey"? Si no fuera porque mi dvd pirata se rayó, la hubiera visto completa.

    Quizá tienes problemas de lenguaje, pero con tu pluma eres más que suficiente :)

    Un beso, ludobit.

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    1. wow, por q despierta tan tarde, señorita? jaja. acabo de postear y poniendo el gadget de twitter me doy con la sorpresa de tu comentario :)
      gracias, paty, un beso.

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  2. Oye mira, pensé que era el único tartamudo por aquí. Bueno, a mí tampoco se me nota tanto (Paty puede dar fe de esto en nuestro encuentro espontáneo), pero hay veces en que sí, literalmente se me enrieda la lengua xD De mi parte ya aprendí a convivir con ello y trato en lo posible de no presionarme a mí mismo y cada exposición lo veo más como un reto para seguir progresando.

    Recuerdo también que Borges admitió ser tartamudo y que con una copa de champán entraba más en confianza y hablaba con una fluidez decente.

    Sería bueno reunirnos un día y compartir experiencias, creo que nos serviría de mucho ;)

    Saludos :]

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    1. claro, a mi tambien se me "lengua la traba", jaja asi decia el chavo creo.
      algun dia conversaremos todos con champan (cualquier trago menos cerveza jeje).
      saludos, edch

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  3. No tenía idea que tenías este mmmmm, no es problema en sí, prefiero decirle, modo de hablar. Pero en fin, no hay cosa que no podamos controlar si nos lo proponemos así que, a seguir como lo haces, con tu cd que respalda lo que ya practicabas y listo!

    La película que te recomienda Paty es super buena! Tienes que verla si no la has visto aun!

    Beso!!!

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    1. este... este... ya no recuerdo donde guarde ese cd :p
      un beso, marite

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  4. Si me tartamudeas allá no me molestaría. (sería como un vibrador natural)

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    1. Se me olvida "me metí la lengua al culo", buena frase.

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    2. ven a lima y conversamos en privado :D
      un beso, bellarte

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  5. No sabía que la voz de Darth Vader era tartamudo, a estas alturas me imagino que ya viste “la película el discurso del Rey” . Mi primo Henry tuvo ese problema de manera muy leve, le hicieron unos ejercicios de niño y ahora es casi imperceptible, yo me doy cuenta que sucede cuando se enoja o reniega! Yo creo que asumirlo es el primer paso para comenzar a combatirlo.
    La asenapina es uno de los medicamentos que estaba (nota que uso pretérito) perfilándose para su uso, es un antidepresivo (influye en la secreción de serotonina) pero al parecer todas las moléculas anteriores tienen graves problemas con los efectos secundarios, lo que (por ahora) limita a los pacientes al auto control y entrenamiento constante.

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    1. wow, gracias gary por tu comentario tan ilustrativo. con lo rapido q avanza la ciencia espero mas pronto q tarde vayan apareciendo soluciones o ayudas de ese tipo.
      saludos

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  6. Otra vez "¿No has visto El discurso del Rey?" ^^ disculpa pero tenía que preguntar. Tenía un compañero en primaria que tartamudeaba y no faltaban los niños malditos que se burlaban, pero es cierto que se expresa más en el enojo y la tensión. Me parece muy bien que hayas ido al centro, nunca es tarde para buscar soluciones. Un abrazo!

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    1. por suerte a mi nunca me han molestado por eso. sí que supe pasar piola jeje.
      saludos, munani

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  7. Yaaaaaaaaa, todos en alguna vez hemos tartamudeado por cualquier situación, no es grave y se puede correjir.
    Por fin tienes twitter! tuitea más seguido pe!

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    1. jaja, a ver si me engancho con twitter. estoy probando nomas por ahora.
      saludos, maxwell

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