Cuando mi primo Jair viajó al Japón
para reencontrarse con sus padres y quedarse a vivir con ellos, tenía 14 años y
yo 15. Antes de ese viaje, que fue en 1997, él había estado viviendo en mi casa
desde el 94 por un acuerdo familiar. Como allá mis tíos obviamente le comprarían
todo lo que necesitara, se marchó con un equipaje mínimo dejando atrás la gran
mayoría de sus cosas, entre ellas un par de comics del universo X-Men, los
cuales quise hacer míos poco después de asimilar, con cierta tristeza, que mi
primo ya no regresaría. Los busqué, dónde más, en las que habían sido sus
gavetas personales, y las encontré casi al fondo de una de ellas; y digo casi
porque había algo más debajo de esos comics: una cinta vhs. Mi instinto pajero
se puso alerta. Estando tan oculta, la naturaleza de esa cinta parecía obvia
pero al leer su etiqueta dudé. En ella estaban dos palabras mecanografiadas. La
segunda me dejó claro que lo grabado sucedía en Brasil, la primera me obligó a
consultar en un diccionario: comportamiento
de las personas consistente en tener contactos sexuales con animales. El
título era “Zoofilia Brasileña”.
Qué desilusión. Había creído que sería
la primera película pornográfica que vería en mi vida, y aunque calificaba como
porno, lo que yo quería ver en movimiento (hasta entonces sólo había visto
fotos) era sexo explicito exclusivamente entre seres humanos. Igual, y ya que
en ese momento estaba solo en mi casa, la vi. Para mi alegría, no faltaron escenas
de hombres y mujeres tirando, aunque
fueron pocas en una producción de más de una hora de duración, hablada en
portugués y sin subtítulos, desarrollada en una especie de mini-zoológico en
medio de la Amazonía. Los actores
eran un grupo de hombres, un grupo de mujeres y un grupo de animales machos (un
caballo, un tapir; no recuerdo más), siendo estos dos últimos grupos los que justificarían la primera palabra del título. Antes
de que alguien se preocupe por la seguridad de las protagonistas, aclaro de una
vez que ninguna de ellas terminó partida en dos o con la mandíbula dislocada;
sus interacciones con los animales fueron básicamente a través de frotamientos,
de todo tipo, menos de la típica acariciada de lomo diciendo oh, que lindo animalito. Y para los que
estén preocupados por el bienestar de los animales puedo asegurar que estos
terminaron (en todo sentido) felices.
Los días siguientes hice lo primero que
se me vino a la mente luego de haber visto esa película: contársela a mis
amigos. Por supuesto eso no les fue suficiente y tuve que prestarle a cada uno
de ellos el video. Aunque en mi colegio pronto recibiría pedidos de préstamos
de personas fuera de mis amistades, y así el video empezaría a rotar
prácticamente entre todos mis compañeros de grado. No tardó mucho en expandirse
la fama de la cinta y la de su dueño (o sea yo). Un día en el recreo oí como dos
alumnos de un año superior al mío conversaban sobre el rumor de la existencia
de una porno en donde una mujer lo hacía con un caballo, y que para verla
tenían que pedírsela a “un tal Souza” de tercero de media, lo que hizo que
inflara mi pecho de orgullo. En efecto, había ganado cierta popularidad, la que
creció aún más gracias a la exageración, porque luego los rumores diría que “ese
tal Souza” era el mayor distribuidor de videos XXX en todo el Rosenthal
(colegio de curas salesianos de unos 1000 alumnos). Mi nombre se hizo sinónimo
de pornografía, literalmente, porque mi nuevo apodo fue “Porno”, así de simple
y poco creativo. Todo ese asunto, lejos de molestarme o incomodarme, me
alegraba. El que un nerd como yo estuviese vinculado a una actividad ilícita me
hacía sentir bien conmigo mismo, algo que ni mis buenas notas ni medallas en
ajedrez ni ningún otro logro de chico
bueno habían conseguido.
Todo aquello no continuaría luego de la secundaria, pero ya antes de terminar el colegio le
había perdido el rastro a esa cinta entre tanto préstamo e intercambio de
videos porno, además entonces estaba mucho más interesando en el hentai como material masturbatorio,
tanto que la primera palabra que escribí en un buscador en mi primer contacto
con la internet (lo que sucedió poco después de finalizar mi vida escolar) fue precisamente esa palabra japonesa, pero mis inicios en la red ya es tema para otra crónica.
¡Pucha qué gracioso! Tenía un compañero que también poseía un VHS de porno y, al igual que el tuyo, tenía un título raro, pero esta vez era para camuflar el contenido: La Guerra de las Galaxias. Puras espadas Jedi y gritos de Chewbacca jajaja.
ResponderEliminarjaja eso de cambiar nombres yo lo hice pero con los cd's donde quemaba pornos, le ponia cosas como "diseño de sistemas industriales", huevadas asi.
Eliminarsaludos, edch
Así como un niño dice "Papá", frente y dentro de la inmensa matríz de la red vos dijiste "Hentai", esa fue tu primera palabra. Me parece muy interesante pensar cuáles fueron las primeras palabras en Internet; seguramente la mía es parecida a esa, pero ahora no lo recuerdo... Es más, podría estudiarse nuestro estado espiritual-físico-mental con los datos del historial de búsquedas.
ResponderEliminarEs descomunal y admirable la naturalidad que tiene tu prosa (soy consciente que digo todas las veces eso, pero es así). Me encantó el relato, unos se amarra de varias maneras a todo aquello que ponga en jaque a la propia caricatura.
El vhs trizó los anteojos del correcto ajedrecista; y todo es caricatura, eso se sabe después, quizás.
Un fuerte abrazo desde Argentina.
es valido repetir los elogios, jaja, bromeo, es bienvenido cualquier comentario. tengo q admitir q mucho de esos videos hicieron q empañara mis lentes tambien jeje.
Eliminarun afectuoso saludo "peruviano", juan
Pornografía animal? Jajaja no lo había escuchado, pero suena a sucio y brutal.
ResponderEliminarAdoré este párrafo: "El que un nerd como yo estuviese vinculado a una actividad ilícita me hacía sentir bien conmigo mismo, algo que ni mis buenas notas ni medallas en ajedrez ni ningún otro logro de chico bueno habían conseguido. "
Pdta: Leyendo comentarios anteriores vi que escribías en tonanzi, así que me di una vuelta por ahí y repasando los títulos y sus acompañamientos encontré uno que me llamó la atención, le di al link y era el tuyo :) Entonces me di cuenta de que te habías convertido en mi cuentista favorito.
tonanzi! claro, ahi empece, incluso antes de crear este blog. la pase bien pero la verdad me frustraba los pocos comentarios q recibia (prefiero 1000 comentarios diciendo q soy una basura, a no recibir ninguno), y eso que yo comentaba seguido los textos de otros, por eso luego decidi dejarlo y meterme de lleno al mundo de los blogs.
Eliminarsonrojado te agradezco el aprecio q me tienes :)
un beso, paty
Que feoooooooooo!!! Pobres animalitos!!! Pero que "original" apodo el que te pusieron eh! jajaja En fin, te hiciste conocido y luego te serviría para redactar excelentes historias! Qué fue con tu primera conexión a internet! cuenta!
ResponderEliminarQué buena la de Edch "puros gritos de Chewbacca" jajajaja
Un besito Ludobit!
pobres? ya hubiera querido yo recibir el trato q recibieron XD
Eliminarno hay publicidad mala dicen, o q es lo mismo, toda publicidad es buena. en mi se cumpleron esas frases.
un beso, marite :)
Quizá grave una porno como protagonista y te haga cambiar de parecer...
ResponderEliminarA mí también me parece que el Hantai es bueno, cómo competir con anime?
te declaro culpable... de hacer q en estos momentos de alucine en situaciones pornograficas ;)
EliminarNunca le he encontrado interés a guardar los videos ah, es decir, suelo mirarlos una vez y a la siguiente, me aburren xD... no se siente lo mismo.
ResponderEliminaren la pornografia eso de en la repeticion esta el gusto no se cumple jaja
Eliminarsaludos, aldo
Esto es lo que tiene de bueno tu blog, leo algo diferente cada vez que vengo.
ResponderEliminarMe voy a ver unos vídeos.
Un abrazo.
HD
si encuentras un buen video me pasas el link jaja
Eliminarsaludos, humberto
Como dice el dicho: Cria fama y échate a la cama (mejor si no es solo).
ResponderEliminarSaludos.
aunq sea con una muñeca inflable :D
Eliminarsaludos, oscar
Iuh! qué clase de enfermos pueden tener sexo con un animal... bueno, hay que respetar sus... "gustos". Busqué en google hentai nunca oí de eso... jajaja pornografía para los más pequeños verdad?
ResponderEliminarBesos mentales ;)
Con tu blog siempre aprendo algo nuevo... jaja =)
ResponderEliminarme preocupa q lo q estes aprendiendo sean cosas "malas", tratare de ser mas educativo de ahora en adelante jaja bromeo.
Eliminarbesos, belleza