Rendirse es generalmente un acto
deshonroso, pero en el ajedrez es la única forma de salvar el honor ante una
derrota inminente: no hay nada más humillante para un ajedrecista que perder
por jaque mate. Por eso yo no podía entender por qué mi oponente en aquella
partida no se rendía si estaba siendo aniquilado. Era como si no se diera
cuenta de su desastrosa situación, y a mí eso me intrigaba: ¿cómo alguien podía
ser tan inepto y no darse cuenta de ello?, me preguntaba a mí mismo, y pensé
que, tal vez, se debía a su condición de… mujer. Yo tenía 12 años, era mi
primer torneo de ajedrez y era también la primera vez que enfrentaba a una
chica (púber como yo); y por cómo iban las cosas no pude evitar sentirme
superior en todo aspecto. Llegó un momento en que pude darle fin a toda esa
masacre con un misericordioso jaque mate, pero, queriendo abusar de mi poder,
no lo hice y decidí prolongarla capturando (“comiendo”) todas sus piezas. Fue
una tarea que emprendí en modo automático,
o sea, ella hacia un movimiento y yo simplemente capturaba alguna de sus piezas
sin pensar, sin ver el tablero en toda su dimensión. Mientras, me imaginaba a
mí mismo contándole luego a mis amigos cómo había destrozado a esa chica,
diciéndoles que las mujeres no sirven para el ajedrez, que los hombres somos más
inteligentes, que esto y que lo otro y más sinsentidos… hasta que escuché “jaque
mate”.
Casi se me cae la mandíbula al suelo.
En efecto, con una de sus torres, aprovechando
que mi rey estaba encerrado y olvidado en una esquina, ella me hizo jaque mate.
Y fue así como el ajedrez me enseñó a
nunca subestimar a las mujeres.
El príncipedel tenis es una serie animada japonesa (anime) en donde se juega el tenis
más sobrehumano y absurdo posible, y que a mis amigos de facultad y a mí nos
encantaba. Gracias a él se despertó mi afición por el tenis (que tenía dormida
desde hacía años) y mis amigos se interesaron por ese deporte; lo que a mediano
plazo tuvo como consecuencia la reserva de una cancha en el Campo de Marte.
Fuimos sin ninguna experiencia tenística previa, pensando ¿qué tan difícil
puede ser darle a una pelota con una raqueta? Pues, fácil; ahora, hacer que esa
pelota cruzara la red, todo lo contrario. Y cuando lo conseguíamos, la pelota
terminaba fuera de las instalaciones de ese complejo deportivo. El culpable
tenía que ir a recogerla y como jugábamos dobles (éramos cuatro), teníamos que
detener por unos minutos el partido, el que, con tantos errores era casi
imposible iniciar de por sí. Pronto las personas que jugaban en las canchas aledañas
dejaron de hacerlo, rodearon la nuestra y empezaron a celebrar nuestras
torpezas. A nosotros nos daba igual; habíamos pagado por una hora (además del
alquiler de las raquetas y la compra de un par de pelotas) y no nos íbamos a ir
antes. Cuando empezamos a marcharnos de la chancha, algunos de nuestros
espectadores aplaudieron entre risas.
Nos prometimos luego tomar clases juntos
y volver a jugar. Hace 5 años de esa promesa, y aún nada.
Me gusta el ajedrez, me gusta el tenis,
pero mi deporte favorito es el fútbol, para el cual naci negado. Igual no perdía
la oportunidad de jugarlo cada vez que podía, especialmente en mi niñez y
adolescencia; sólo me aseguraba de hacerlo con personas que me putearan lo
menos posible por mi mal juego. Mis mayores “triunfos” en ese deporte
sucedieron las veces que, previo a algún partido y al momento de armar los
equipos (cosa que hacían los capitanes, o sea, los dos mejores jugadores de un
grupo de chicos), yo no era elegido al final, sino penúltimo, lo que
significaba que había alguien que jugaba peor que yo. Armados los equipos, mi
capitán me mandaba prácticamente al lado del arquero, como último defensa, y siempre
con la misma y única instrucción: “de ahí no te muevas”, la que yo cumplía a
rajatabla. Pero un día, cuando recibo la pelota, no sé qué bicho me picó y me
fui para adelante, yo solo, ignorando los pedidos de pase de mis compañeros de
equipo. Seguí y seguí, dejando rivales en el camino, sobreviviendo empujes y
esquivando patadas, y así hasta que llegué a una posición ideal para rematar al
arco rival. Por supuesto, sin pensarlo dos veces y con la punta de mi pie (los
buenos futbolista usan la parte interna), pateé con todas mis fuerzas, y lo que
parecía iba a ser un golazo clavado en uno de los ángulos del arco, no lo fue,
pero casi. La pelota rebotó en el palo derecho y con tal fuerza que regresó a
la media cancha (era un campo de fulbito, de cemento), directamente a los pies
de jugadores rivales, quienes, aprovechando el “hueco” en la defensa de mi
equipo, debido a mi ausencia en esa posición, contragolpearon y finalmente nos
metieron un gol. La puteada que recibí. Y pensar que muchos creen que por tener
un apellido de origen brasileño, Souza, soy un as del futbol (y que hablo portugués,
cosa que tampoco es cierta).
Por todo aquello, al momento de escoger
una actividad extracurricular en mi colegio, algo que era obligatorio, y porque
siendo una institución parroquial ni cagando iba a tener canchas de tenis, me enlisté
en el equipo de ajedrez, deporte que, aparte de darme medallas (a pesar de que
fui un jugador más o menos nomás), me enseñó a respetar a las mujeres y, al
menos entre amigos y familiares, me hizo “famoso”:
Foto del diario El Comercio, hace un millón de años
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Que lindo sentadito jugando!!!
ResponderEliminarAJA! Así que menospreciabas a las mujeres ajedrecistas! JUM! Pero te cerraron la boca en one! jejeje
Yo tb soy NEGADA para algunos deportes, pero a mucha honra! Intento e intento a pesar que me saquen con pifiadas del otro lado de la tribuna jajaja.
Un beso y gracias por el entretenido post Ludobit!
afortunadamente esa semilla de machismo murio ahi mismo :)
Eliminarmientras esas pifias no sean mentadas de madre, no hay problema supongo jeje.
un beso igualmente, marite
Me sentí totalmente identificado contigo en cuanto al fútbol. Si bien me gusta verlo, soy un asco jugando y la de puteadas que me comí cuando era un púber. Por eso me retiré oficialmente de dicho deporte (si se puede llamar así al acto de jugar a la pelota en la pista con 2 piedras a cada extremo que fungen de portería) a los 14 años.
ResponderEliminarSaludos.
yo me retire mas adelante, a los 20 y tantos, cuando me di cuenta que a los 5 minutos de iniciado un partido ya estaba muerto del cansancio.
Eliminaren mi barrio tambien jugamos asi las píchangas un monton de veces jeje.
saludos, edch
El fútbol es como cantar; todo el mundo lo quiere hacer bien. O como escribir... no, ni yo me lo creo; nadie quiere escribir, jaja.
ResponderEliminarLindo aprendizaje te dejó el ajedrez, más allá de las mujeres, no subestimar a ningún rival y a ninguna situación es un profundo saber.
Y tan importante como saber perder lo es saber ganar.
Abrazos.
Pd: La ventaja también está en que en el ajedrez nadie te puede putear. Uno es propietario exclusivo de las consecuencias de su torpeza.
claro, en el ajedrez hay q guardar silencio siempre, lo q tambien me causaba cierta frustracion porque me impedia celebrar victorias, en especial aquellas q conseguia con mucho esfuerzo y concentracion. un abrazo, juan
EliminarD expedido bailas zumba?
ResponderEliminarEra, ¿de perdido bailas zumba? Sorry.
Eliminarcreo q te refieres a la samba... no, no se bailar samba :(
Eliminarun beso, bellarte
Samba, no es lo mismo? Yo también debería saber verdad, estamos en las mesmas un beso too.
Eliminarsi estuvieramos mas cerca aprenderiamos juntos :)
EliminarUy cuidado que se deshace el periódico XD
ResponderEliminarQue divertido post, antes de usar bastones ya era pésimo para los deportes. A mi sí me escogían al último en fútbol u.u y me gustaba nadar pero solo con el estilo de supervivencia. Que bonito recuerdo del ajedrez, te sirvió para aprender cosas más importantes que ganar. ¿Bailas Samba? O.o
ese recorte de periodico es practicamente un papiro actualmente jaja.
Eliminarno, no bailo samba, pero algun dia me gustaria aprender, al menos lo basico.
saludos, munani
Habla, una partidita de ajedrez en nuestra reuna blogger? O si quieres te juego en búho o en Facebook, como para no esperar tanto.
ResponderEliminaracepto el reto paty!
Eliminarpor internet me parece una buena idea. el q pierda y quede picon podra tener su revancha en la reunion jeje.
fecha y hora? por el momento solo se me ocurre fines de semana.
un beso
Este viernes a las 11pm puede ser, los sábados y domingos no puedo :( Tengo tu email, cualquier cosa te contacto por ahí.
EliminarPdta: Pero esa chica a la que le jugaste,jugó mal...ganó sólo por ser astuta, y tú perdiste por hue.... eso xD La verdad, a mí me molesta los jugadores que no se rinden cuando están más que perdidazos, porque el juego ya pierde estética....pero en fin, jamás subestimes a las mujeres! jaja
mmm los viernes me la pones un poco dificil. definitivamente hay q coordinarlo mejor.
Eliminaraprendi mi leccion, pero sigo siendo un huevon para otras cosas jaja.
saludos, paty :)
Oh! no sé jugar ajedrez, tampoco tenis, pero defiendo bien el arco, aveces...
ResponderEliminarMe alegra saber que el resultado de un juego de tu infancia te haya servido para toda la vida. Besos mentales.
dicen q las derrotas son las q dan las mejores lecciones, y en este caso es muy cierto: aprendi bien mi leccion y para siempre :)
Eliminarun beso, belleza
Ah nananaa! Estoy hablando con un blogero fan de POT? AMO PRINCE OF TENNIS, me vi toda la serie, todos los ovas, todas las peliculas, y tambien comenzo asi mi aficion por ese deporte! cuando recuerdo que me gusta prince of tennis recuerdo cuanto me gusta jugar al tenis! Jaja hasta llegue a tener toda la musica existente de la serie y todo eso, era una verdadera fanática loca jajaja. Me da gusto leer aquello.
ResponderEliminarLud gracias por pasar siempre estoy llena de estudios y por eso no aparezco seguido.Abrazo :)!
http://barby-gs.blogspot.com
barby, estoy empezando a creer q eres demasiado perfecta como para ser real :)
Eliminarte sigo y te seguire porq me gusta mucho tu blog. por el mio no te preocupes, estudiar es mas importante.
besos
Ojalá muchos hombres jugaran más seguido partidos de ajedrez, para que se den cuenta del valor e inteligencia de las mujeres. Me encantó tu escrito. Seguiré visitándote y leyéndote. Saludos Ludovit. Claudia Alhelí Castillo
ResponderEliminarya sea por el ajedrez, otros deportes, u otros medios, ojala aquellos q subestiman a las mujeres descubran pronto q estan equivocados.
Eliminarun abrazo, claudia