“¡…
celular!” escuchamos parcialmente mi amiga y yo, y volteamos creyendo que a una
mujer la estaban asaltando pero lo que vimos pareció ser todo lo contrario
porque vimos a una mujer tratando de quitarle su celular a un hombre. Entonces
la mujer gritó de nuevo y esta vez le entendimos todo el mensaje: “¡dame tu
celular!”, y la mujer seguía brincando tratando de alcanzar el aparato que el
hombre tenía en una mano bien alzada. Y es que ella era bien chata y él, muy
alto, además de corpulento, lo que nos hizo deducir que no se trataba de un
asalto sino de una riña de pareja en plena vía pública, en una tarde cualquiera.
Algo había en ese teléfono que ella quería ver y que él se empecinaba en
ocultar. Esa actitud tan reacia no hacía más que aumentar o confirmar las
sospechas de la mujer, desesperándola al punto que de los brincos pasó a los
manotazos y jaloneos logrando arrancar varios botones de la camisa del hombre;
éste, completamente mudo, parecía que nunca iba a bajar su brazo, mientras que
con el otro trataba de bloquear las manos de su pareja.
Pronto
fuimos unos cuantos viendo todo ese espectáculo desde la vereda opuesta, lo que
parecía no importarle a la pareja esa o es que simplemente estaban muy metidos
en lo suyo. Una mujer detrás de nosotros preguntó: “¿ese tipo le está pegando a
esa mujer?”, y una voz de hombre le respondió: “al contrario, es ella quien le
está sacando la mierda”. Se escucharon risas, entre ellas la mía, pero a mi amiga
no le causó gracia y dándome un golpe con el codo me dijo: “ya, vámonos”. “¿Ahora?
Pero si esta buena la pelea” le dije, a lo que ella me respondió muy seria: “una
infidelidad no tiene nada de gracioso”. “Bah, qué aguafiestas eres”, le dije a regañadientes,
y nos fuimos dejando atrás todo ese escándalo que parecía iba a durar varios
minutos más.
***
Con mucho swing
¿Es
machista de mi parte creer que a todas las mujeres les gustan los bebés o niños
pequeños? Lo creo porque, que recuerde, todas las mujeres que conozco y he
conocido, las veces que se han cruzado con algún monstruito de esos siempre han
soltado un “¡ooooh, queeeeé liiiiindooooo beeebiiiitoooo!” o alguna otra
expresión parecida para luego deshacerse en gestos de ternura. Es lo que
percibo, como también que en el caso de los hombres éstos actúan indiferentes
en esas situaciones y hasta muestran cierto rechazo, como en mi caso. Supongo
que algo tiene que ver con la naturaleza de cada género y que alguna
explicación antropológica debe existir al respecto. Como sea, es malo
generalizar y no debí hacerlo, así que me limitaré a las mamás del Salesiano Rosenthal,
mi ex colegio.
Resulta
que, durante mi época escolar (pero sospecho que es algo que sigue igual), en toda
actividad de mi colegio las que más asistían eran las mamás y no los papás. Hablo
de reuniones, desfiles, misas… y también actuaciones, como las que se hacen
para celebrar el día de la madre o del padre. En estas actividades por lo
general el número final estaba reservado para un grupo del niños del primer grado, y lo
que hacían estos chibolos en el escenario era bailar alguna canción de moda, vestidos, o mejor dicho, disfrazados, como los verdaderos intérpretes.
Supuestamente seguían alguna coreografía pero para nada eran coordinados, lo
que en vez de perjudicarlos los favorecía porque a mayor descoordinación y
torpeza, más tiernos resultaban ser, tanto como para repartir baberos a todas la
mamá presentes. Cuando estuvieron de moda los “New Kids on the Block”, salieron
a bailar “Step by step”; cuando lo estuvo “Magneto”, la canción fue “Vuela, vuela”;
y las lista continúa. Aunque la representación más aplaudida, porque era una
canción precisa para esos mocosos, fue la de “Bebé salsero” del grupo "Salserín" (con
mucho swing), cuya coreografía tenía un movimiento circular de caderas que no
se qué tan adecuado sea para niños (aunque me han contado que ahora en las fiestas infantiles
es normal que bailen reggeaton). Pero un día un niño se pasó de tierno, o sea que
se pasó de descoordinado y torpe, porque terminó cayéndose del escenario de
una altura de más de un metro. En estampida fueron todas las mamás hacia él.
Fue una de esas caídas en las que uno no sabe si reírse o preocuparse; sólo pudo
hacer lo primero sin remordimientos cuando días después nos avisaron que el
niño había salido perfectamente recuperado del hospital.
***
Step by step (de New Kids on the Block)
Vuela, vuela (de Magneto)
Bebé Salsero (de Salserín)
La chica gritaba en plena calle??? Debe haber sido algo recontra maleado para que la ponga así! Como sabías que era infidelidad??? Desgraciado! jajaja Pucha que estres, me pongo en su lugar y me da rabia!!!!
ResponderEliminarPobre niño salsero!!! jajajaja, caerse de un altillo no es broma, pudo pasarle algo feo! Pero tienes razón, los "ooooooy que lindoooouuu" son típicos y las caras, peor! Lo mismo me pasa pero no con los niños, pero sí con los perritos jajaja más mala...
Un beso!!!
Qué cheveres recuerdos con las canciones! Me siento TIA!
yo tambien me derrito por los cachorros jaja
Eliminarun beso, marite
Las mujeres tenemos un sexto sentido ya vez cómo sabía tu amiga que se trataba de infidelidad... hahaha ;) Y un alto, es verdad que son mayoría, pero no todas decimos "ioooh queee liiiindo beeebiiitoooo" ¿ya? jajaja sí me gustan pero no es para tanto... Y con los niños soy indiferente, no sé por qué... Y lo peor es ir a comprar ropa de bebe, puaj, no lo soporto...
ResponderEliminarBesos mentales.
yo no soporto comprar ropa en general, ni cuando es para mi jaja
Eliminarun beso, belleza
Eres un burlón, deberíamos ser amigos.
ResponderEliminarseamoslo entonces.
Eliminarun beso, amiga :p
No hay duda que la mujer tiene un sexto y sexo sentido.
ResponderEliminarSaludos ;)
definitivamente, son mas perspicaces q nosotros.
Eliminarsaludos, jorge
Esas expresiones o actitudes de las mujeres hacia los bebés o niños pequeños son solo el reflejo de la socialización que han experimentado cuando eran niñas. Desde los juguetes que han tenido (de bebés, de cocina) hasta la mera observación de la división de roles a su alrededor (la madre haciendo las labores domésticas, cuidando al hermanito menor mientras el padre está en otro campo). Todo ello conlleva a que su hábito sea como lo vemos. Lógicamente, no es universal e incluso existen sociedades donde las madres matan a sus propios hijos sin remordimientos: el sistema cultural las empuja a matar a sus hijos en pos de la supervivencia y de una mejor distribución de alimentos.
ResponderEliminarexcelente explicacion, edch, nos aclara mas sobre esta diferencia entre generos.
Eliminarsaludos!
Qué oportuno eres Ludobit, cada vez que mencionas una canción, personaje o lo que sea y estoy a punto de buscarlo en youtube o google, más abajo tú ya la has puesto. Gracias por ahorrarme la fatiga :)
ResponderEliminarSalserín...a mis 7 años yo era fanática de ellos, una vez bailé "de sol a sol" en el colegio. Y estaba enamorada de "Toñito" XD
Soy una mujer, y soy también una excepción de la regla.
Besos otra vez Ludo.
las vecinas de mi barrio por aquel entonces eran fanaticas de salserin, lo que dificulto bastante mis primeros intentos de gileo porque yo odiaba la salsa (ahora he aprendido a apreciarla, pero sigo siendo rockero).
Eliminarun beso con mucho swing, paty :)