Tenía más o menos 10 cuando la estrenaron acá
[en Perú] y me parece curioso lo mucho que influyó en mí a pesar de no ser una
serie infantil, que si bien era graciosa la mayor parte del tiempo, también
tenía sus momentos serios y de drama. Pasada la decena de episodios vistos, no sólo
yo ya estaba recordando cosas como si me hubieran sucedido décadas de décadas atrás, sino
que también había desarrollado una extraña costumbre, la de mentalmente
narrarme mi vida diaria. Quiero decir, sobre esto último, que si me pasaba algo
de cierta importancia, de pronto escuchaba en mi cabeza una voz adulta contando
en primera persona lo que me acaba de ocurrir, para luego agregar algún comentario;
al mismo estilo de la serie. Se suponía que era mi propia voz, pero de adulto,
así que llegué a creer que lo que estaba viviendo día a día en sí era el pasado
y que esa voz provenía del futuro. Una cosa de locos que afortunadamente (para
mi salud mental) sólo me duró mientras la serie estuvo de moda.
Pero esa forma de recordar, que es mi actual
forma de recordar, ya nadie me lo quita. A lo mucho, lo que trato es
simplemente de no hacerlo, porque tampoco se puede andar nostálgico todo el
tiempo. Pero, eso sí, las contadas veces que me lo permito, trato que la
evocación sea la máxima posible. Como en este verano pasado que fui a pasear
por donde antes vivía con el único propósito de rememorar mi niñez y adolescencia.
Ese lugar queda en Magdalena y se llega allí por
la Av. El Ejército, avenida que un domingo lejano tuvo el honor de ser
recorrida por la mismísima imagen del Señor de los Milagros que reside en la iglesia
de Las Nazarenas. Fue todo un acontecimiento para el distrito. Yo vivía en el
cruce de la avenida con la calle Larco Herrera y mucha gente devota de mi
barrio estaba reunida ahí esperando ansiosa el paso de la imagen por ese punto
específico. Apareció el Cristo Morado y
todos bien sincronizados empezaron a cantar con mucho fervor el correspondiente
himno (Señor de los Milagros / a ti venimos / en procesión… etc., etc., etc.),
pero pronto ese fervor se convirtió en desconcierto cuando al terminar de
cantar la palabra “Señor” vieron que la imagen ya estaba 5 cuadras adelante,
como yendo a San Isidro. Los devotos ahí presentes no sabían que esta vez la
imagen no iba a ser trasladada por cargadores sino que iba a ir encima de una
camioneta, y que además el Señor de los Milagros estaba de gira inter-distrital
ese día, así que mucho tiempo no iba a tener como para atender plegarias in
situ.
En ese cruce queda actualmente la escuela de
cocina D’Gallia, pero antes lo que había en ese lugar era otra escuela pero
para niños especiales, o al menos eso decía un letrero, porque nunca vi niño
alguno entrar en ese sitio, que era como una especie de mansión antigua.
Parecía más una casa abandonada, tanto que algunos vecinos inconscientes empezaron
a dejar basura y desmonte en una de sus esquinas. Por suerte la municipalidad no
se quedó de brazos cruzados: limpio esa esquina y mandó a un empleado a pintar,
en una de las paredes que rodeaban la mansión, el mensaje “PROHIBIDO VOTAR
BASURA”. Ya estaba guardando aquel empleado sus utensilios de pintura para
luego marcharse, pero de pronto se escuchó el grito de una vecina desde una
ventana: “¡Oiga: botar es con B grande… con B de burro!”. Mis amigos y yo que
en esos momentos estábamos jugando en la pista (de la calle Larco Herrera) nos
cagamos de la risa. Avergonzado el empleado empezó a corregir su error.
Dije “jugando en la pista”… bueno, en ese tiempo
era posible, ahora no, porque autos estacionados a ambos lados de la vereda
prácticamente ya no dejan espacio. ¿Son
autos de los estudiantes para chef?, ¿de sus profesores?: no lo sé. Los autos
que encontré a la vuelta, supuse tenían que ser de las familias que habitan los
varios y nuevos edificios que recorren el malecón Grau. Ahora el malecón lo es
propiamente porque antes era un complejo deportivo donde estaba el estadio
municipal, que era un cancha de tierra donde se jugaban partidos de la liga
interdistrital de futbol. Representando a Magdalena jugaba el equipo “Valdizán”
formado por muchachos de la calle del mismo nombre, muchachos que jugaban muy
bien el primer tiempo pero que no aguantaban el segundo por falta de físico,
consecuencia de pocas horas de entrenamiento y muchas de tomar cerveza. Ahora
lo único deportivo que hay son un par canchitas de fulbito; todo el resto es
parque: jardines, caminos, y muchas bancas. Me senté en una. Eran más de las
6pm y quería ver el atardecer. A mi alrededor familias, niños, parejas… mucha más
gente disfrutando de esas áreas verdes que en mi adolescencia, y ni hablar de
mi niñez porque en esa época era un territorio de drogadictos.
Pasaban los minutos y seguía esperando sentir
algo de nostalgia. No sentía nada. El malecón ha cambiado mucho desde mis
épocas en las que correteaba con mis amigos por su pasto sin podar, o paseaba
con alguna vecina por ahí con intenciones románticas. Ya prácticamente nada de
esos tiempos queda, lo que desde un punto de vista nostálgico es lamentable,
pero desde uno practico es bueno, porque ahora el malecón esta muchísimo mejor
que antes, y finalmente eso es lo más importante. Sólo faltaba comprobar una
cosa, y lo hice minutos después: el atardecer de verano sigue siendo el mismo.
Lo que es lógico porque el sol que yo sepa no ha cambiado; y tampoco ese mar
multicolor, que tal vez suene poético pero la verdad es pura contaminación.
***
In my life, versión de la serie
In my life, versión original
Himno al Señor de los Milagros
In my life, versión de la serie
Recuerdos... Nuestra vida se estructura y va recomponiendo a partir de ellos, sin ellos no seríamos nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
efectivamente, somos lo q somos por nuestras experiencias pasadas.
Eliminarsaludos, moderato
Yo también soy muy nostálgica, me gusta recordar cuan bien la pase, años pasados...
ResponderEliminarcuriosamente los recuerdos felices son los q mas melancolico me ponen... raro, no?
Eliminarsaludos, cafeinomana
Uy Dios... vi el video de Los Años Maravillosos que colgaste está demasiado bueno!!! Lo vi, lo escuché y simplemente me provocó ver el capitulo final!!! http://www.youtube.com/watch?v=IiaaYDvGIzc&feature=related
ResponderEliminarLos recuerdos siempre estarán. Por mas que cambien de "cara" o de "fachada", esos recuerdos que viven en tu mente y tu corazón siempre estarán presentes.
Yo soy muy nostálgica... me identifico al 100%
Beso!
claro, me acuerdo del capitulo final, en especial los ultimos minutos de la narracion, cuando kevin cuenta q winnie regresa de un viaje ya casada, y luego se escucha la voz del hijo de kevin llamandolo "papa".
Eliminarun beso, marite :)
Los años maravillosos, sin duda es la mejor serie que he visto, hice un post sobre ello antes. http://elespejodemaxwell.blogspot.com/2011/11/por-que-kevin-arnold-no-se-caso-con.html
ResponderEliminarBueno, todos recordamos esos momentos inolvidables y que de alguna forma nos marcaron. Da risa del tio que escribio con V, más huevon
si, lei y comente ese post. me acuerdo muy bien porque por el tiempo cuando lo posteaste yo habia pensado postear mas o menos lo mismo que en esta entrada... pero te me adelantaste jaja
Eliminarsaludos, maxwell
Díganme raro pero nunca me llegó a agradar "los años maravillosos". Cuando empezaba la canción introductoria hacía una mueca de disgusto y cambiaba de canal rápidamente. Así de detestable me parecía. Prefería gastar toda mi tarde viendo los dibujos ingleses que transmitía TNP en esos años, eran toda una delicia y básicamente a partir de ellos, como tú con la serie en cuestión, crecí y consolidé valores y actitudes.
ResponderEliminarNo soy mucho de recordar mi niñez, se me vienen algunas imágenes pero muy remotas y nada claras, no recuerdo qué dije, con quiénes estaba ni cosas así. Puede sonar triste, pero me da igual. Creo que la mejor etapa de mi vida es la que estoy viviendo ahora, eso de que estar en el colegio es lo mejor me suena a patraña XD
En fin, me explayé demasiado.
Saludos
raro... no, mentira, es broma jaja
Eliminarq aburrido seria q a todos nos guste lo mismo.
haces bien en concentrarte en tu presente, despues de todo no se puede vivir del pasado, los recuerdos son solo algo referencial.
saludos, edch
Jaja muy cómica tu entrada, sobre todo en la parte que narras acerca de tu "vocecita del futuro". Nunca vi los "años maravillosos", y creo que hasta hace poco la seguían transmitiendo en el canal 5,no? no sé, como a Edch, simplemente no me llamó la atención.
ResponderEliminarAh, estudiabas en el Rosenthal que está en el mercado de Magdalena? Yo vivo a una cuantas cuadras nomás de ahí :)
Yo no soy de recordar, pero siempre me llamó la atención la nostalgia y la melancolía. En fin, besos Ludo.
vives cerca al rosenthal? somos casi vecinos. estoy a una china en combi lejos de ti :D
Eliminarun beso, paty
O sea, tú saludable mentalmente? Wajajajaja.
ResponderEliminarjajajajajajaja q bien me conoces, bellarte :p
EliminarLástima que no pertenecí a la generación marcada por los "Los años maravillosos", y,aunque de vez en cuando la repetían en distintos canales, la verdad nunca me llegué a enganchar...Ni siquiera sabía que aparecían canciones de The Beatles aparte de la del intro...
ResponderEliminarEn fin, después de tiempo que regreso por este blog y me he enganchado como la primera vez, genial relato Ludobit!
gracias por hacerme sentir viejo, arnold jajaja
Eliminarclaro, el intro es originalmente de the beatles, pero la version q sale en la serie es la de joe cocker, un caso curioso donde el cover supera a la original.
saludos, arnold, y gracias por la visita
29 años, te creía de menos, la nostalgia también es saludable, de vez en cuando, hay que saber llevarla supongo y no abusar de ella. He... yo leí tan rápido que no me percate que había escrito BOTAR, jajajajaja (que palta)
ResponderEliminarBesos mentales.
si, tengo 29 años, pero mentalmente tendre 15 a lo mucho jaja.
Eliminarun beso, belleza