domingo, 26 de junio de 2011

¿Has visto a las mujeres que desfilan en el carnaval de Río?

Ella no estaba desnuda, o, mejor dicho, no estaba completamente desnuda. Tenía los senos al aire, sí; el resto de su vestimenta, pues: una tanga con una especie de cola de ardilla gigante hecha con plumas blancas; un sombrero que visto de lejos daría la impresión de tener una cacatúa sobre la cabeza; cadenas hechas con esferas plateadas que rodeaban partes de su cuerpo, como el cuello y la cintura. ¿Has visto a las mujeres que desfilan en el carnaval de Río? Más o menos así estaba vestida. Por supuesto, con tan poca ropa lo más fácil sería decir que estaba desnuda, lo sé, sólo quería aclarar que aquella mujer de la portada llevaba algunas prendas encima, y que aquel libro no era uno de “esos”, dicho con un tono y sonrisa pícara como lo hizo Lucrecia al encontrarme leyéndolo: “!Ajá! Leyendo uno de “esos” libros, ¿no?”. No tengo nada en contra de “esa” literatura, la disfruto también, pero en la privacidad de mi habitación y no en la biblioteca de la facultad que es donde Lucrecia me “pescó”. “¿Esos?”, le pregunté sabiendo muy bien a qué se refería, pero tenía la esperanza de escucharla decir algo más explícito. “Cochinadas pues”, me respondió. Lo negué y ella de inmediato: “¿entonces qué lees?”.
Detesto esa pregunta cuando me la hace alguien que no tiene el hábito de la lectura. No quiero sonar arrogante y dármelas de culto, pero de que leo algo lo hago, más de los que estaban ahí: estudiantes de ingeniería preparándose para un examen o entrega de algún trabajo; estoy casi seguro que yo era el único leyendo una novela. Pero, otra vez, no pienses que soy un arrogante; de los casi cien libros que tengo en mi biblioteca personal, a lo mucho me habré leído la mitad. Puedes preguntarle a mi madre cómo la decepciono cada vez que está llenando un crucigrama y necesita ayuda con las interrogantes literarias; yo nunca sé las respuestas, y después me increpa: “¿pero no se supone que te gusta leer?”.

Cuando me preguntan qué estoy leyendo y sospecho que quien lo hace nunca ha oído el nombre del autor ni el título de la obra que tengo en las manos, le presto el libro si es que existe en alguna parte de la tapa del tomo una breve reseña. Si no es así, trato de ironizar con el titulo, por ejemplo: si estuviera leyendo “Música para camaleones” de Truman Capote, yo respondería: “trata sobre unos camaleones que se visten de frac y que van a conciertos de música clásica", y sonrío como dándole a entender a esa persona que estoy bromeando (y que le estoy tomando el pelo para que me deje leer en paz). A Lucrecia le entregué el libro para que leyera la descripción que había en la contraportada, pero ella ni caso le hizo; de frente se puso a hojear las primeras páginas. Se detuvo en una de ellas y empezó a leer. En menos de dos minutos, ella que es bien blanca, se puso roja como un tomate. “No sé cómo puedes leer estas cosas” me dijo entre molesta y avergonzada, y luego de prácticamente tirarme el libro, se fue quién sabe a dónde; a clases lo más seguro.

Quise morirme de la risa pero el letrerito ese de “silencio por favor” me lo impidió. Rápidamente busqué en las primeras páginas del libro las líneas que casi provocan que chorros de sangre manaran de su rostro. Podría apostar que fue la página once la culpable. Ahí, el protagonista, Henry (el mismo nombre del autor, ¿coincidencia?), se pregunta dónde estará el coño de su amada Tania, al que le alisaría las arrugas con su pene de quince centímetros llenos de semen; y luego de más reflexiones igual de explícitas, finaliza el párrafo diciendo: “Te morderé el clítoris y escupiré dos monedas de un franco...”.

Ahora me dirás que “Trópico de Cáncer”, por más que ahora se le considere una de las obras maestras de la literatura, fue acusada en su momento de obscena y pornográfica; más o menos acorde con la opinión de Lucrecia. Bueno, qué es obsceno, qué es pornográfico, qué es erótico, qué es cochinada... ya es harina de otro costal. Yo sólo quería contarte mi versión de los hechos.

21 comentarios:

  1. Me pareció muy real y divertida esta entrada, me gusta mucho el retrato de una realidad no sólo limeña sino de gran parte del mundo.
    Miller, forma parte de la llamada generación perdida de postguerra, pero es interesante como aún perturba su lectura en estas épocas de tanto cambio y de otro siglo. Al igual que Miller, sea Artaud, Baudelaire, Lautremont, y más fueron vetados. Pero me gusta mucho tu punto de vista hacia la libertad de ser y asumir los cambios sea de la coyuntura que fuera, excelente post, besos

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  2. aun hay gente que se desmayaria con portadas como la de "la maquina de follar". mi madre se moriria. por eso tengo ese libro medio escondido jeje. muchas gracias mixha por tu comentario. besos y abrazos.

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  3. Que divertido post, mi estimado. Te doy toda la razón, particularmente también me molesta cuando alguien a quién no le interesa para nada la literatura, me pregunta qué lees, con la clara intención de hacer una burla al respecto.

    Jhonnattan Arriola

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  4. hola jhonnattan. te entiendo perfectamente. me paso una vez cuando un amigo me vio leyendo la "amigdalitis de tarzan". gracias por el comentario. saludos.

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  5. Primero gracias por la visita a mi blog. Tardé mucho en volver a escribir en él y lo volví a dejar abandonado hasta hace un par de días en que hice una nueva entrada.

    Me gustó esta entrada, es como nos solemos sentir las personas que leemos -y más aún las que leemos y escribimos- cuando alguien a quien simplemente no le interesa nos pregunta con -a veces- burlona curiosidad qué estamos leyendo/escribiendo.

    Y claro también refleja con claridad la pacatería limeña, la falsa cucufatería, porque muchos se escandalizan de la boca para afuera pero por dentro o en privado piensan y hacen cosas "peores" que las que narran los libros.

    La realidad supera a la ficción después de todo.

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  6. hola marialaura. todo parece indicar que la pacateria limeña, cual hierba mala, no va a morir. llegado el momento tendremos que hacer algo respecto. gracias por comentar. saludos.

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  7. Uff!! quien no tiene estos amigotes, un poco hipócritas y doble moral. Supongo que es la formación con la que crecimos. Lo curioso es que va a la par entre varones y mujeres, así que ahí si somos iguales.

    El relato, corto, preciso, genial. :)

    Un saludo.

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  8. hola rafael. uno pensaria que ese tipo de hipocresia provendria solo de personas muchos mayores, pero sorprende cuantos jovenes son asi tambien. gracias por la visita y el comentario. saludos.

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  9. Ante la pregunta ¿Que lees?...Responde directamente: Perversiones, pornografía, degeneraciones, asquerosidades...Te simplifica la existencia, admitir toda culpa (asi no la tengas) desde el principio...Te quedarían después solo 2 escenarios igualmente provechosos:

    O la persona pierde interés, hace una mueca rara y se marcha (Y te deja en paz...sin descartar una sutil curiosidad que siempre queda).
    O la persona se muestra interesada y entonces ya no te puede reprochar nada, pues su reacción atestigua su propia perversión (oséa que tu no la dejarás en paz a ella).

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  10. Hola Ludobit,
    Te devuelvo la visita, y he de decirte que me encantan tus textos. Estoy disfrutando mucho con tu blog.
    Un abrazo desde España,
    Héctor

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  11. hola heinrich. muy bueno tu consejo. lo pondre en practica apenas tenga la oportunidad. gracias por comentar.

    hola hector. gracias por la visita y tus palabras. saludos desde lima peru

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  12. amalia tuvo problemas con blogspot para postear su comentario, me lo mando por mail, asi que aqui esta (copy and paste jeje):

    Amigo ludobit: no me acepta los comentarIos tu blogs,
    he leído el cuento que habla de Lucrecia, y del carnaval de Río.
    A veces me pasa... Te lo mando por aca.
    Me he hecho tu seguidora.
    Un beso
    http://amalialateano.blogspot.com
    AMALIA

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  13. Jaaaaaaaaaaaa... muy buena tu historia, verosímil, clara, bien de la vida corriente...entre nos ¿Qué lees??? jaja Me gustó tu cuento...un abrazo desde Buenos Aires.........Graciela boticaria :-)

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  14. que es obsceno, que es porno, que es erotico. depende para quien y en que circunstancia. hace tiempo vengo pensando que los encasillamientos nos condicionan tanto hasta tal punto de frenar nuestra imaginacion y asi lentificar nuestro desarrollo. un gusto pasar.

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  15. hola graciela. ¿que leo? pues de todo, hasta libros de autoayuda jaja. gracias por pasar y comentar. saludos desde lima peru

    hola aida, estoy de acuerdo contigo. no podemos ponerle freno a nuestra imaginacion. gracias por el comentario. saludos

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  16. Así que estudiaste en la UNI sistemas? Eres tú en verdad el chico del relato? Son puntos interesantes, no es usual que alguien metido en números tenga hábito de lectura, y menos, si hablamos que tenga un blog de cuentos. En ese aspecto tenemos algo en común, yo estudio Mate Pura y también me la he pasado leyendo poesía mientras los demás se encontraban inmersos en el mundo de las integrales y diferenciales.

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  17. hola paty. me alegro que tengamos algo en comun. un abrazo

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  18. Interesante tu historia Ludobit, empezaré a leerte desde el inicio y de a pocos.

    Recuerdo hace varios años estaba leyendo de pie en una combi en Lima el "Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones" de Bukowski: noté que la mayoría miraba con cara de asustados, algunos a punto de increparme algún sermón y otros vacilándose con el título. Lo que me entristecía es que veía a pocos leer; luego de haber estado por algunas ciudades veo que la gran diferencia con nuestro país es que en aquellos lugares es común encontrar gente con un libro en la mano, no sólo en el parque, también en buses, playas, etc, hasta gente caminando cosa que ya me parece el colmo..., gente de diversa índole.

    Ojalá que en nuestro país esta práctica se torne más común.

    Felicitaciones por el blog, y te agradezco por la visita,

    Manolo.

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  19. hola manolo. experiencias como la tuya las he vivido seguido en... mi casa jaja, hace años cuando era menor de edad y se supone que no debia leer "esos" libros. gracias por la visita y tu comentario. un abrazo

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  20. Fuerte pero divrtido. Sin embargo, realmente no leería este tipo de libros. Gracias por pasar por mi blog. Saludos desde Millarai Maché. Mi familia dice que debería hacer un libro y yo no sé que responder.

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  21. hola ronymaru. gracias por tu comentario. me alegra tengas el apoyo de tu familia. un abrazo

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