martes, 15 de mayo de 2012

Con B de burro

Los que han visto “Los Años Maravillosos” saben que es una serie que trata sobre un adulto llamado Kevin Arnold recordando las etapas de su vida. En un episodio, unos empresarios van a derrumbar un pequeño bosque para construir un centro comercial en su lugar, y Kevin y sus amigos (adolescentes todos) hacen todo lo posible para evitarlo por lo mucho que les importa ese espacio en donde han pasado gran parte de su niñez. Finalmente no lo consiguen. Antes del derrumbamiento Kevin da un último paseo por ese bosque y empieza a recordarse a sí mismo y a sus amigos jugando ahí de niños. Estos recuerdos se muestran en cámara lenta y acompañados por una canción que si no es “In my Life” (cantada por una mujer pero que es originalmente de The Beatles), es otra igual de melancólica. Secuencias como ésta, que abundan en la serie, me marcaron a tal punto de hacerme la persona ridículamente nostálgica que soy ahora a mis 29 años.
Tenía más o menos 10 cuando la estrenaron acá [en Perú] y me parece curioso lo mucho que influyó en mí a pesar de no ser una serie infantil, que si bien era graciosa la mayor parte del tiempo, también tenía sus momentos serios y de drama. Pasada la decena de episodios vistos, no sólo yo ya estaba recordando cosas como si me hubieran sucedido décadas de décadas atrás, sino que también había desarrollado una extraña costumbre, la de mentalmente narrarme mi vida diaria. Quiero decir, sobre esto último, que si me pasaba algo de cierta importancia, de pronto escuchaba en mi cabeza una voz adulta contando en primera persona lo que me acaba de ocurrir, para luego agregar algún comentario; al mismo estilo de la serie. Se suponía que era mi propia voz, pero de adulto, así que llegué a creer que lo que estaba viviendo día a día en sí era el pasado y que esa voz provenía del futuro. Una cosa de locos que afortunadamente (para mi salud mental) sólo me duró mientras la serie estuvo de moda.
Pero esa forma de recordar, que es mi actual forma de recordar, ya nadie me lo quita. A lo mucho, lo que trato es simplemente de no hacerlo, porque tampoco se puede andar nostálgico todo el tiempo. Pero, eso sí, las contadas veces que me lo permito, trato que la evocación sea la máxima posible. Como en este verano pasado que fui a pasear por donde antes vivía con el único propósito de rememorar mi niñez y adolescencia.
Ese lugar queda en Magdalena y se llega allí por la Av. El Ejército, avenida que un domingo lejano tuvo el honor de ser recorrida por la mismísima imagen del Señor de los Milagros que reside en la iglesia de Las Nazarenas. Fue todo un acontecimiento para el distrito. Yo vivía en el cruce de la avenida con la calle Larco Herrera y mucha gente devota de mi barrio estaba reunida ahí esperando ansiosa el paso de la imagen por ese punto específico.  Apareció el Cristo Morado y todos bien sincronizados empezaron a cantar con mucho fervor el correspondiente himno (Señor de los Milagros / a ti venimos / en procesión… etc., etc., etc.), pero pronto ese fervor se convirtió en desconcierto cuando al terminar de cantar la palabra “Señor” vieron que la imagen ya estaba 5 cuadras adelante, como yendo a San Isidro. Los devotos ahí presentes no sabían que esta vez la imagen no iba a ser trasladada por cargadores sino que iba a ir encima de una camioneta, y que además el Señor de los Milagros estaba de gira inter-distrital ese día, así que mucho tiempo no iba a tener como para atender plegarias in situ.
En ese cruce queda actualmente la escuela de cocina D’Gallia, pero antes lo que había en ese lugar era otra escuela pero para niños especiales, o al menos eso decía un letrero, porque nunca vi niño alguno entrar en ese sitio, que era como una especie de mansión antigua. Parecía más una casa abandonada, tanto que algunos vecinos inconscientes empezaron a dejar basura y desmonte en una de sus esquinas. Por suerte la municipalidad no se quedó de brazos cruzados: limpio esa esquina y mandó a un empleado a pintar, en una de las paredes que rodeaban la mansión, el mensaje “PROHIBIDO VOTAR BASURA”. Ya estaba guardando aquel empleado sus utensilios de pintura para luego marcharse, pero de pronto se escuchó el grito de una vecina desde una ventana: “¡Oiga: botar es con B grande… con B de burro!”. Mis amigos y yo que en esos momentos estábamos jugando en la pista (de la calle Larco Herrera) nos cagamos de la risa. Avergonzado el empleado empezó a corregir su error.
Dije “jugando en la pista”… bueno, en ese tiempo era posible, ahora no, porque autos estacionados a ambos lados de la vereda prácticamente ya no dejan espacio.  ¿Son autos de los estudiantes para chef?, ¿de sus profesores?: no lo sé. Los autos que encontré a la vuelta, supuse tenían que ser de las familias que habitan los varios y nuevos edificios que recorren el malecón Grau. Ahora el malecón lo es propiamente porque antes era un complejo deportivo donde estaba el estadio municipal, que era un cancha de tierra donde se jugaban partidos de la liga interdistrital de futbol. Representando a Magdalena jugaba el equipo “Valdizán” formado por muchachos de la calle del mismo nombre, muchachos que jugaban muy bien el primer tiempo pero que no aguantaban el segundo por falta de físico, consecuencia de pocas horas de entrenamiento y muchas de tomar cerveza. Ahora lo único deportivo que hay son un par canchitas de fulbito; todo el resto es parque: jardines, caminos, y muchas bancas. Me senté en una. Eran más de las 6pm y quería ver el atardecer. A mi alrededor familias, niños, parejas… mucha más gente disfrutando de esas áreas verdes que en mi adolescencia, y ni hablar de mi niñez porque en esa época era un territorio de drogadictos.
Pasaban los minutos y seguía esperando sentir algo de nostalgia. No sentía nada. El malecón ha cambiado mucho desde mis épocas en las que correteaba con mis amigos por su pasto sin podar, o paseaba con alguna vecina por ahí con intenciones románticas. Ya prácticamente nada de esos tiempos queda, lo que desde un punto de vista nostálgico es lamentable, pero desde uno practico es bueno, porque ahora el malecón esta muchísimo mejor que antes, y finalmente eso es lo más importante. Sólo faltaba comprobar una cosa, y lo hice minutos después: el atardecer de verano sigue siendo el mismo. Lo que es lógico porque el sol que yo sepa no ha cambiado; y tampoco ese mar multicolor, que tal vez suene poético pero la verdad es pura contaminación.
***
In my life, versión de la serie
In my life, versión original
Himno al Señor de los Milagros

18 comentarios:

  1. Recuerdos... Nuestra vida se estructura y va recomponiendo a partir de ellos, sin ellos no seríamos nada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. efectivamente, somos lo q somos por nuestras experiencias pasadas.
      saludos, moderato

      Eliminar
  2. Yo también soy muy nostálgica, me gusta recordar cuan bien la pase, años pasados...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. curiosamente los recuerdos felices son los q mas melancolico me ponen... raro, no?
      saludos, cafeinomana

      Eliminar
  3. Uy Dios... vi el video de Los Años Maravillosos que colgaste está demasiado bueno!!! Lo vi, lo escuché y simplemente me provocó ver el capitulo final!!! http://www.youtube.com/watch?v=IiaaYDvGIzc&feature=related

    Los recuerdos siempre estarán. Por mas que cambien de "cara" o de "fachada", esos recuerdos que viven en tu mente y tu corazón siempre estarán presentes.

    Yo soy muy nostálgica... me identifico al 100%

    Beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. claro, me acuerdo del capitulo final, en especial los ultimos minutos de la narracion, cuando kevin cuenta q winnie regresa de un viaje ya casada, y luego se escucha la voz del hijo de kevin llamandolo "papa".
      un beso, marite :)

      Eliminar
  4. Los años maravillosos, sin duda es la mejor serie que he visto, hice un post sobre ello antes. http://elespejodemaxwell.blogspot.com/2011/11/por-que-kevin-arnold-no-se-caso-con.html

    Bueno, todos recordamos esos momentos inolvidables y que de alguna forma nos marcaron. Da risa del tio que escribio con V, más huevon

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. si, lei y comente ese post. me acuerdo muy bien porque por el tiempo cuando lo posteaste yo habia pensado postear mas o menos lo mismo que en esta entrada... pero te me adelantaste jaja
      saludos, maxwell

      Eliminar
  5. Díganme raro pero nunca me llegó a agradar "los años maravillosos". Cuando empezaba la canción introductoria hacía una mueca de disgusto y cambiaba de canal rápidamente. Así de detestable me parecía. Prefería gastar toda mi tarde viendo los dibujos ingleses que transmitía TNP en esos años, eran toda una delicia y básicamente a partir de ellos, como tú con la serie en cuestión, crecí y consolidé valores y actitudes.

    No soy mucho de recordar mi niñez, se me vienen algunas imágenes pero muy remotas y nada claras, no recuerdo qué dije, con quiénes estaba ni cosas así. Puede sonar triste, pero me da igual. Creo que la mejor etapa de mi vida es la que estoy viviendo ahora, eso de que estar en el colegio es lo mejor me suena a patraña XD

    En fin, me explayé demasiado.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. raro... no, mentira, es broma jaja
      q aburrido seria q a todos nos guste lo mismo.
      haces bien en concentrarte en tu presente, despues de todo no se puede vivir del pasado, los recuerdos son solo algo referencial.
      saludos, edch

      Eliminar
  6. Jaja muy cómica tu entrada, sobre todo en la parte que narras acerca de tu "vocecita del futuro". Nunca vi los "años maravillosos", y creo que hasta hace poco la seguían transmitiendo en el canal 5,no? no sé, como a Edch, simplemente no me llamó la atención.

    Ah, estudiabas en el Rosenthal que está en el mercado de Magdalena? Yo vivo a una cuantas cuadras nomás de ahí :)

    Yo no soy de recordar, pero siempre me llamó la atención la nostalgia y la melancolía. En fin, besos Ludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. vives cerca al rosenthal? somos casi vecinos. estoy a una china en combi lejos de ti :D
      un beso, paty

      Eliminar
  7. O sea, tú saludable mentalmente? Wajajajaja.

    ResponderEliminar
  8. Lástima que no pertenecí a la generación marcada por los "Los años maravillosos", y,aunque de vez en cuando la repetían en distintos canales, la verdad nunca me llegué a enganchar...Ni siquiera sabía que aparecían canciones de The Beatles aparte de la del intro...
    En fin, después de tiempo que regreso por este blog y me he enganchado como la primera vez, genial relato Ludobit!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias por hacerme sentir viejo, arnold jajaja
      claro, el intro es originalmente de the beatles, pero la version q sale en la serie es la de joe cocker, un caso curioso donde el cover supera a la original.
      saludos, arnold, y gracias por la visita

      Eliminar
  9. 29 años, te creía de menos, la nostalgia también es saludable, de vez en cuando, hay que saber llevarla supongo y no abusar de ella. He... yo leí tan rápido que no me percate que había escrito BOTAR, jajajajaja (que palta)

    Besos mentales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. si, tengo 29 años, pero mentalmente tendre 15 a lo mucho jaja.
      un beso, belleza

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...